* La Ciudad de México podría quedarse sin agua en un mediano y largo plazo, como sucedió en Monterrey, debido a que carece de una ley en la materia y no hay una política que dé sustentabilidad a las fuentes de almacenamiento, asegura Daniel Salazar, especialista en temas hídricos.

 * Reconoció que en el ámbito legislativo no se le ha dado la importancia al tema, ya que en el actual Congreso de la Ciudad de México tienen la lógica de esperar a que se emita la Ley General del Agua desde el Congreso de la Unión.

Por Christian Daza

Ciudad de México, 6-oct-2022, Agencia Parlamento y Debate.- La Ciudad de México podría quedarse sin agua en un mediano y largo plazo, como sucedió en Monterrey, debido a que sigue carente de una ley en la materia, no tiene un órgano operador con fuerza presupuestal y no hay una política continua que dé sustentabilidad a las fuentes de almacenamiento del líquido, aseguró el especialista en temas hídricos, Daniel Salazar.

En entrevista para la Agencia Parlamento y Debate, reconoció que desde el ámbito legislativo no se le ha dado la importancia al tema, ya que en el actual Congreso de la Ciudad de México tienen la lógica de esperar a que se emita la Ley General del Agua, que es obligación del legislativo federal emitirla con base en la reforma constitucional de 2012 en su artículo 4º, donde se estableció el derecho y al saneamiento, y se establece un transitorio en el que se dan 360 días para emitirá la Ley General de Aguas.

“Se tuvo oportunidad de hablar con diputados de la pasada legislatura, y estaban en la disyuntiva en si sacar una ley de aguas o esperar a que se aprobara a nivel federal”, dijo el especialista quien lamentó que ya van cuatro legislaturas –entre lo que fue la Asamblea Legislativa y el ahora Congreso local–, y tampoco va a salir, ello pese a que la CDMX forma parte de la Zona Metropolitana, así como de la cuenca del Valle de México. “No se puede esperar a una legislación general para tener un instrumento jurídico adecuado a las necesidades concretas de quienes viven en la ciudad”, añadió.

Desde su perspectiva, el problema crece pues, a pesar de la existencia del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, mejor conocido como SACMEX, en realidad no hay un organismo operador de agua con fortaleza presupuestal y en funciones para una adecuada gestión del agua.

Por otro lado, aunque existe la Ley Orgánica del Sistema de Aguas de la CDMX, ésta no da responsabilidades a todas las instancias de gobierno de la ciudad ni a las 16 alcaldías para una gestión integral del agua que sí garantice el derecho al líquido y al saneamiento.

“En corto plazo no faltará agua, pero en mediano y largo plazo sí, porque mientras no contemos con un instrumento jurídico que establezca las bases para una gestión con un punto de vista no sólo de cuenca hidrológica, sino también de lograr la sustentabilidad de nuestras fuentes de abastecimiento, las decisiones quedarán a voluntad de quien gobierna, y ya sabemos que los gobiernos duran tres o seis años y eso no da continuidad”, dijo el especialista quien también ha sido diputado y presidente de la Comisión de la Gestión Integral del Agua, en la otrora Asamblea Legislativa.

“El tema del agua no es esencial para proyectos de gobierno. No podemos estar sujetos a que se le dé prioridad al tema del agua, sino que tiene que ser la ley la que obligue a una gestión del agua diferente a la que se ha generado”,