
* Robert J. Shapiro, investigador y ex asesor de Bill Clinton y Barack Obama presentó un estudio de la evidencia de los efectos económicos y sociales adversos que ha tenido la regulación de Estados Unidos contra el lavado de dinero y la lucha contra el terrorismo
* “Los delincuentes se esfuerzan habitualmente por frustrar los intentos de ser identificados como propietarios o beneficiarios finales mediante el uso de documentos de identidad falsos y la confidencialidad de sus fondos a través de niveles de empresas ficticias legalmente constituidas y autorizadas» aseguró Shapiro
Ciudad de México, 28-sep-2022, Agencia Parlamento y Debate.- El presidente de la Mesa Directiva el Senado, Alejandro Armenta Mier inauguró el Foro “Corresponsales bancarios y remesas en la relación bilateral México-Estados Unidos” donde Robert J. Shapiro, investigador y ex asesor de Bill Clinton y Barack Obama presentó un estudio de la evidencia de los efectos económicos y sociales adversos que ha tenido la regulación de Estados Unidos contra el lavado de dinero y la lucha contra el terrorismo.
En este sentido, Armenta Mier destacó la importancia de este tema dado que México tiene en las remesas, la principal fuente de ingresos de nuestro país. “La remesas en México está llegando a un billón. Ni el ingreso tributario es mayor, ni la renta petrolera aun es mayor a la captación de las remesas de nuestros hermanos migrantes. Por eso es que este estudio que nos presenta hoy Robert se enfoca en los flujos de Inversión Extranjera Directa, así como el impacto que tienen en la generación de empleos”, afirmó.
En el estudio que el especialista presentó a senadores, Robert J. Shapiro demuestra que la regulación bancaria entre México y Estados Unidos para detectar y detener transacciones de grupos delictivos y terroristas, es ineficaz, erróneo y económicamente perjudicial al extinguir y restringir el desempeño de los “corresponsales bancarios” para el intercambio de dólares en efectivo, que pasaron de 20 instituciones que operaban en México a sólo dos en 10 años.
Ante esta situación, la delincuencia organizada ha ideado nuevos métodos para seguir sus actividades ilícitas por lo que estas medidas, dijo Shapiro, son insuficientes.
“Los delincuentes se esfuerzan habitualmente por frustrar los intentos de ser identificados como propietarios o beneficiarios finales mediante el uso de documentos de identidad falsos y la confidencialidad de sus fondos a través de niveles de empresas ficticias legalmente constituidas y autorizadas, fideicomisos y fundaciones que cruzan muchas jurisdicciones. Echan mano de entidades falsas, empresas múltiples, fideicomisos, Internet o criptomonedas, señaló en su estudio.