Columna
Café con Adorno
Por Raúl Adorno Jiménez
Por las malas, oposición quisiera impedir mayoría calificada
Agencia Parlamento y Debate.- Después de que durante la mayor parte del sexenio y particularmente durante el proceso electoral que culminó el pasado 2 de junio, la oposición acusó una y otra vez al presiente Andrés Manuel López Obrador de promover la confrontación y división de los mexicanos, son ahora el PRIAN y lo que queda del PRD los que promueven el encono y la ruptura, al pretender arrebatar en las instancias judiciales lo que no le dio el electorado en las urnas.
Bajo el pretexto de que el Instituto Nacional Electoral (INE) pretende otorgar una sobrerrepresentación a Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión, ahora salen a descalificar a este organismo electoral porque supuestamente le otorgaría a los partidos que conformaron la Alianza Sigamos Haciendo Historia espacios en la Cámara de Diputados y el Senado que presuntamente violarían “el espíritu constitucional” para evitar la sobrerrepresentación del algún partido político.
Entrecomillo porque no hablan de una violación flagrante a la Constitución, sino del supuesto espíritu que finalmente no es otra cosa que una interpretación, porque la oposición alega que a la coalición se les está dando una sobrerrepresentación mayor al 8 por ciento, que es lo que permite la ley. Sin embargo, dejan de lado que el Artículo 54 constitucional establece que el topo del 8 por ciento de sobrerrepresentación se aplica para cada partido político, en ningún momento se habla de alianzas.
La intención, creo yo, es ganar más curules o escaños que no le dieron los votos ciudadanos, de tal manera que quienes quieren esa sobrerrepresentación para ellos, son los partidos de oposición, que de concretarse, cosa harto difícil, tendrían como único objeto, no dejar gobernar a la ya virtual presidenta Claudia Sheinbaum, pues no hay que olvidar que en la legislatura que está por terminar impusieron la veda de reformas constitucionales e impidieron que pasara una sola del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Habría que preguntarse qué pasó con aquello de que el INE no se toca, cuando ahora quieren que opere no de manera constitucional y legal, sino con reglas que beneficien al PAN, PRI o PRD, lo que es inadmisible porque son leyes y reglamentos que ellos impusieron desde el año 2000 y a pesar de haber tenido la oportunidad de cambiarlas en varias legislaturas, simplemente no lo hicieron, porque evidentemente en su momento eran beneficiados de esas reglas del juego.
Tal como lo planteó recientemente en un Consejo General del INE, el consejero Uuc-kib Espadas: la oposición no puede quejarse de lo que ella misma aprobó y que no corrigió a lo largo de años, cuando tenía los votos para hacerlo. Mencionó que nadie puede beneficiarse de su dolo, por lo que pidió no reclamar que no hay proporcionalidad directa cuando desde el año 2000 PRI y PAN podían haber establecido la proporcionalidad directa en cualquier momento.
No solo eso, abundó dicho consejero, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña también plantearon eliminar las plurinominales, pero no se hicieron las reformas correspondientes y por lo que ahora la oposición debe hacerse cargo de la responsabilidad que deja el ejercicio del poder.
De acuerdo a las primeras estimaciones, la coalición Sigamos Haciendo Historia podría obtener en la Cámara de Diputados hasta 372 lugares, donde Morena y aliados tendrían cómodamente la mayoría calificada que se requiere para aprobar reformas constitucionales; mientras que en el Senado alcanzaría 83, lo que lo dejaría a un escaño de conseguirla.
No obstante lo anterior, es importante y hasta obligado esperar al 23 de agosto, cuando el INE, en una sesión especial, deberá realizar el reparto de los espacios plurinominales en la Cámara de Diputados y el Senado de la República. La última palabra la tendrá el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, una vez que haya resuelto todas las impugnaciones promovidas por los partidos políticos.
Aquí lo que no se vale es que la oposición, literalmente vapuleada por el electorado con una derrota escandalosa, producto de los errores de sus dirigentes nacionales, ahora pretendan quitarle la mayoría calificada a Morena y aliados, con el argumento de una supuesta sobrerrepresentación que en su momento les benefició a ellos y ahora que les es adverso, aleguen una supuesta inconstitucionalidad.
Sin ninguna duda, la mayoría calificada representa una herramienta fundamental para que puedan transitar con mayor facilidad las reformas constitucionales y legales que quiera impulsar la presidenta Claudia Sheinbaum, siempre con miras a beneficiar a la mayoría de los mexicanos y que todos esperamos se ejerza con toda responsabilidad.