Columna

Café con Adorno 

Por Raúl Adorno Jiménez

SCJN sin facultades para posponer o revocar Reforma Judicial

Agencia Parlamento y Debate.- Por más que se pongan de cabeza, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no tienen facultades para posponer, suspender y, mucho menos, revocar un artículo vigente en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, así de manera contundente lo ha expresado una y otra vez, Diego Valadés, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien desde un principio dejó muy claro que no hay ninguna facultad expresa en la Constitución o en las leyes derivadas de ésta, que faculte a la Corte tomar cualquier determinación para desconocer un artículo que ya está publicado y es parte de nuestra Carta Magna.

De hecho, quienes pretenden impugnar las elecciones de jueces, magistrados y ministros insisten en atacar la Reforma Judicial, cuando ya se trata de un hecho consumado, pues los artículos que tienen que ver con la nueva estructura constitucional vigente de dicho poder, fueron aprobados por mayoría calificada en la Cámara de Diputados y el Senado. Pero además, ratificados por 24 congresos del mismo número de estados que le dan validez a dicha reforma.

Pese a la negativa de ocho ministros de la SCJN, así como los diversos recursos promovidos por jueves y magistrados, que se niegan a reconocer los artículos ya plasmados en la Constitución, simplemente quedan rebasados por el Poder Constituyente que es la capacidad que tiene un pueblo para reformar su Constitución y las normas que regulan su funcionamiento político y jurídico. Se trata de un poder soberano que no está sujeto a ninguna norma jurídica previa.

Retomando nuevamente los dichos del reconocido jurista Diego Valadés, el contenido de una reforma constitucional no es impugnable, de tal manera que no hay recurso alguno que proceda contra el poder reformador del Constituyente Permanente.

El poder constituyente se ejerce en función de la soberanía del pueblo, que no puede renunciar a esta potestad. El pueblo puede revisar la Constitución cuando considere que es necesario, en función de situaciones sociales, culturales o políticas. En México, el Constituyente Permanente es el órgano encargado de reformar o adicionar la Constitución Política, y está integrado por las cámaras de Diputados y de Senadores, y las legislaturas estatales, en ningún momento se menciona al Judicial.

Pese a lo anterior, la derecha y la comentocracia contraria a la 4T se empeñan en promover una supuesta crisis constitucional, cuando en los hechos, simplemente no existe, porque en todo caso quien estaría incurriendo en un desacato serían los ministros, jueces y magistrados que quieren desconocer las reformas constitucionales ya plasmadas, insistiría, en nuestra Carta Magna.

De igual forma, ahora hay jueces que amenazan a los consejeros del INE con iniciar procedimientos judiciales en su contra si es que continúan organizando la elección de jueces, magistrados y ministros, tal como se los mandata la Constitución. Los juzgadores son omisos o simplemente lo hacen a un lado, pues para proceder en contra de los consejeros electorales tendrían que ser objeto de un juicio político y para ello se necesitan las dos terceras partes de la Cámara de Diputados, pues no hay que olvidar que tienen fuero.

Entre los argumentos que esgrimen está en que quieren someter al Poder Judicial, pero en contraparte es éste el que quiere someter a los Poderes Legislativo y Ejecutivo, es decir, quieren imponerse por encima de los representantes del pueblo que fueron elegidos con el voto mayoritario de la ciudadanía. Cuestión aparte está la presunta sobrerrepresentación de Morena y aliados en el Legislativo, pero lo cierto es que la oposición apenas ganó en las urnas 4 senadurías y por la vía plurinominal obtuvo los 42 escaños que hoy tiene en la Cámara Alta ¿esto no es sobrerrepresentación?

En las diputaciones de los 300 distrito, sólo lograron 44 curules en San Lázaro, y lo demás lo obtuvieron por la vía plurinominal, es decir, que está más que claro a quién decidieron los votantes elegir como sus principales representantes en el Poder Legislativo, es decir, le duela a quien le duela, la realidad es que fue una paliza la que le dieron a la oposición, producto de sus campañas sucias que simplemente no tuvieron eco entre la población.

Actualmente insisten en continuar sus campañas sucias, ahora en contra de la presidenta Claudia Sheinbaum, como los comentarios verdaderamente desafortunados del actor y comediante Rafael Inclán que se refirió de manera peyorativa y misógina a la mandataria como a una ama de casa, como si eso fuera denigrante para las mujeres o como si él no hubiera tenido madre.

Pero de inmediato no se hizo esperar la respuesta de la presidenta Sheinbaum que se proclamó madre, abuela, presidenta de México y, por supuesto, ama de casa, enarbolando el papel de la mujer como pilar de la familia. Todavía más, el feminismo en su conjunto salió al paso para taparle la boca a Inclán que tuvo que disculparse por sus comentarios que no dejaron más que ver de su enorme torpeza.

Esas campañas negras también se han extendido hacia le Reforma del Poder Judicial bajo la bandera de que se atenta contra la democracia y la división de poderes, cuando de lo que se trata es de elegir por primera vez de manera democrática a jueces, magistrados y ministros. Después de casi 200 años de República estos funcionarios dejarán de ser nombrados por el dedo mayor del presidente en turno y ratificados por un Senado casi siempre apegado a los designios del primer mandatario.

Aunque persiste entre la población la percepción de que el Poder Judicial es corrupto y conservador por antonomasia, hay que decir que seguramente hay jueces que llegaron a su posición realizando una verdadera carrera judicial, pero sería cerrar los ojos ante una realidad flagrante si se desconoce que hay nepotismo e influyentismo en la designación de estos funcionarios encargados de impartir justicia, muchas de las veces comprada por la delincuencia organizada y de cuello blanco.

Parece que la derecha y la comentocracia contraria a Morena y aliados, no quieren entender que esas campañas sucias, tarde que temprano, terminan por revertirse en contra de ellos mismos, pues por más que descalificaron la gestión del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, más los castigó el electorado votando en contra del conservadurismo que mostraron durante la pasada campaña electoral.

Con razón la presidenta Claudia Sheinbaum y el coordinador de los diputados morenistas, Ricardo Monreal, aseguran que la elección de jueces, ministros y magistrados va y no hay poder humano que pueda impedirlo, porque no importa que ahora los 8 ministros sean comparados incluso con los Niños Héroes, por lo que la presidenta de la SCJN, Norma Piña, tendrá que envolverse en la bandera y buscar de dónde tirarse, aunque al final, nadie le haga caso. Seguramente lo hará, como lo reza el refrán popular, de la punta de un bolillo.