Columna
Café con Adorno
Por Raúl Adorno Jiménez
Gancho al hígado a Xóchitl, renuncia al PRI Alejandra del Moral
Agencia Parlamento y Debate.- La renuncia de Alejandra del Moral al tricolor representa un verdadero hecatombe no sólo para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sino para el conjunto de la coalición Fuerza y Corazón por México que encabeza la panista Xóchitl Gálvez, quien presumía que tenía contra las cuerdas a Claudia Sheinbaum, candidata de Sigamos Haciendo Historia.
La renuncia de la ex candidata del PRI, PAN y PRD al gobierno del Estado de México y que compitió con la morenista Delfina Gómez el año pasado, representa un verdadero gancho al hígado de la señora Xóchitl, que hoy como nunca se tambalea y está a punto de caer a la lona, con una derrota anunciada por diversas encuestas que dan como vencedora a Sheinbaum.
También representa una muestra de lo que pasará con Xóchitl Gálvez, una vez que pasen las elecciones del 2 de junio, cuando ocupen sus escaños los dirigentes del PRI y del Partido Acción Nacional (PAN), donde simplemente desecharán y se olvidarán de la hidalguense cuando pierda la elección presidencial.
Pero volviendo al caso de Alejandra del Moral, el dirigente priista Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito, salió a minimizar la renuncia, bajo el supuesto de que no afectaba en nada su salida del tricolor, lo que se dice fácil al dejar del lado que la ex priista dio la batalla en el Edomex, pues ante todos los pronósticos de que Delfina Gómez ganaría por una gran ventaja, la abanderada de la Coalición del PRI, PAN y PRD obtuvo el 44.53 por ciento de la votación, contra el 52.71 por ciento de la morenista.
La salida de Alejandra del Moral del PRI es una muestra más de que ese partido también vive momento de inanición, pues no sólo perdió el año pasado dicha entidad que había gobernado por décadas en la época moderna del país, sino que su poderío de antaño se perdió y pulverizó porque la mayoría de los mexicanos lo consideran la raíz de la corrupción que padeció México durante tantos años.
A lo anterior, hay que sumar la torpeza política de Alito que en su afán de apoderarse a la mala del tricolor y sentirse dueño de hacer lo que quiera con este instituto político, ha relegado a importantes líderes y representantes que ante la falta de escrúpulos de este pésimo dirigente, han optado por salirse del tricolor o, en el mejor de los casos, alejarse de esta dirigencia para esperar tiempos mejores, aunque habría que preguntarse si los habrá para este partido político en el futuro próximo.
A decir de la propia Alejandra del Moral la decisión la tomó ante la cerrazón del propio Alito de cualquier resquicio de diálogo; además de mostrarle total indiferencia y desprecio después de las elecciones del Edomex, pues basta recordar que apenas se estaban dando los resultados y el dirigente priista dejó sola a su candidata, para salir corriendo a Coahuila para levantarle la mano a al triunfador Manolo Jiménez Salinas, quien después fue denunciado por el dirigente nacional panista Marko Cortés de no cumplir sus compromisos.
Pero ¿en qué consistían esos compromisos? En entregarle, entre otras cosas, un sinnúmero de notarías públicas, como pago por haberlo hecho su candidato en la coalición conformada por el PRI y el PAN en Coahuila. Lo anterior provocó la indignación de propios y extraños, incluso militantes panistas como Javier Lozano, de plano lo calificaron de pendejo y mercenario, pese a que por segunda vez lo recibía en el PAN.
Hay que mencionar que quien fuera secretario del Trabajo en tiempos de Felipe Calderón tampoco es una blanca palomita, pues no hay que olvidar que el susodicho es un estupendo trapecista, cambiando de chaqueta como mejor le conviene, pues lo mismo se fue del PRI para irse al PAN, luego regresó al PRI a apoyar la candidatura de José Antonio Meade en 2018, para después regresar al PAN, eso sí sin salirse nunca de los márgenes ideológicos del PRIAN.
Todo lo anterior, me lleva a una reflexión, ahora que hay quienes están alentando el voto cruzado, es decir, que por un lado se vote por Claudia Sheinbaum para la Presidencia de la República, pero por otro lado se emita el sufragio por cualquiera de los partidos de oposición al Senado o a la Cámara de Diputados, a lo que yo preguntaría ¿en verdad les gustaría que Alito o Marko Cortés llegaran a la Cámara Alta?
Es de advertirse que llevar a profesionales del chantaje a los órganos legislativos, podría ser nefasto para el país, pues tratarían de impedir la implementación de las políticas públicas que desde el gobierno federal pudieran llevarse a cabo.
Es por ello que es muy importante que reflexionemos nuestro voto y se le vamos a apostar a un partido, sea cual sea, lo hagamos en todas las boletas por el mismo, desde las candidaturas a la Presidencia de la República, hasta las del Senado y la Cámara de Diputados, y por qué no, las locales a gobernador, municipios y Congresos locales, pues a final de cuentas debemos definir y tener muy claro a cuál proyecto político estamos dispuestos a apoyar.