* Entre Claudia y Marcelo, ¿quién le garantiza inmunidad al presidente y a sus hijos?
Columna Sótano 2
Por Víctor Godinez Torres
Ciudad de México, 07-jun-2023 (Agencia Parlamento y Debate).- El apoyo desmedido de varios gobernadores, funcionarios públicos, legisladores federales y locales, así como el gran aprecio que le tiene el presidente Andrés López Obrador a Claudia Sheinbaum, a quien ve como a una hija, fueron factores decisivos para que Marcelo Ebrard, anunciara su renuncia a la Secretaría de Relaciones Exteriores el próximo lunes.
De acuerdo a fuentes consultadas, el canciller ya había tomado esta determinación desde hace días, pero no
quería dejar el cargo, sin antes hablarlo con su jefe López Obrador.
Por eso lo buscó y logró platicar con él, unas hora antes a la cena que tuvo el jefe del Ejecutivo con las «corcholatas», gobernadores de Morena, el dirigente nacional morenista y la gobernadora electa del Estado de México.
Solos y frente a frente, Marcelo expuso el respaldo de muchos gobernantes, políticos y funcionarios a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, situación que lo colocaba en desventaja, ante Claudia, pues no se estaba propiciando un piso parejo.
De tal suerte, que le pidió al presidente una contienda equilibrada y equitativa, así como encuestas independientes y la separación de sus cargos de los aspirantes, lineamientos contemplados en los artículos 43 y 44 de los estatutos de Morena.
Los enterados de este encuentro, destacaron que López Obrador, no vio con malos ojos estas propuestas, al grado de que las comentó en dicha cena, claro está, señalando que esto dependerá de la a aprobación del Consejo Nacional de Morena a realizarse el domingo entrante.
Así que el supuesto madruguete de Marcelo Ebrard de anunciar su renuncia antes de que el consejo morenista avale ese libramiento, entre otros, no fue más que un acuerdo con López Obrador, quien de esta forma evitó una posible ruptura interna, cuyas consecuencias serían fatales para 2024.
Ahora bien, ¿qué gana el todavía canciller al dejar su oficina en Tlatelolco? pues meter presión a las demás corcholatas y en particular, a Claudia Sheinbaum, quien al carecer del respaldo gubernamental y de otros mandatarios estatales, se vería realmente su fuerza social y política para convencer a la ciudadanía de que ella es la mejor opción para dirigir al país, en los próximos seis años.
Para muchos, Sheinbaum se desinflará sin ese apoyo, ya que pasará de ser la gobernante consentida a una simple mortal, con muchas limitaciones.
Sin embargo, entre Marcelo y Claudia, ¿quién creen que puede garantizarle impunidad al presidente y a sus hijos, para que no los investiguen y mucho menos los juzguen por los posibles actos de corrupción que hayan cometido, los cuales seguramente saldrán a flote, al finalizar este sexenio?