Si no es con la sociedad civil, no habrá candidato de oposición que gana la presidencia del país.
Sótano 2
Por Víctor Godinez Torres
Ciudad de México 29 May (Agencia Parlamento y Debate).- Los partidos de oposición y en particular, el PAN y el PRI, no entienden o no quieren entender que la participación de la sociedad civil organizada será un factor determinante para recuperar la presidencia de la República en 2024.
Siguen dando palos de ciego y, sobre todo, sólo desean no salir tan raspados al finalizar las campañas electorales del próximo año, cuando se pone en juego la primera magistratura del país, el Congreso de la Unión, las 16 alcaldías en la Ciudad de México y varias gubernaturas, así como congresos locales.
Es decir, tal parece que ya dieron por perdida ante Morena la presidencia y enfocan sus baterías a mantener únicamente cargos de elección popular a nivel federal y local, así como uno que otro Gobierno estatal.
Y se olvidan de la plataforma: “Qué nadie se quede atrás”, propuesta por la ciudadanía en una de sus dos megamarchas realizadas en esta capital y otras ciudades importantes del territorio nacional.
Además, creen que con su discurso aliancista de dientes para afuera, de integrar un gobierno de coalición de ganar los comicios del 2024, los grupos sociales que han tomado las calles se quedarán con los brazos cruzados en espera de que los dirigentes de los partidos elijan sus candidatos con sus propias reglas.
Pero están muy equivocados si pretenden imponer un candidato a la sociedad civil organizada, cuyos integrantes están cansados de políticos arribistas y con la “cola cagada”.
Esos ya no los queremos, por lo que, los partidos deben escuchar a la sociedad civil, si quien nuestro apoyo. Este ha sido el grito constante que se ha escuchado en las dos megamarchas registradas últimamente en la CDMX; empero, los líderes de oposición han hecho oídos sordos a este reclamo.
Ante este desdén para no llamarla traición, ya que cuando se suscribió la Alianza Va por México se habló de darle voz y voto a los grupos sociales, varios dirigentes de estas agrupación, como el Frente Cívico Nacional se reunieron el pasado fin de semana.
Su objetivo, de acuerdo por lo expuesto a esta columna es analizar la posibilidad de designar a su propio candidato a la presidencia, el cual gozaría del respaldo ciudadano, cuyo aspirante tendría posibilidades reales de ser un buen contrincante al abanderado o abanderada oficialista.
Nombres se barajan muchos, pero quien resulte electo no será un líder, sino un cardillo, capaz de aglutinar una gran fuerza sectorial a tal grado, de que la oposición no tendrá más remedio que sumarse a él o morir en la arena política.
Los resultados de este encuentro se irán revelando en el transcurso de esta semana y seguramente, será un acicate no sólo para los partidos de oposición y sus líderes, sino también para aquello políticos que ya se sienten presidenciables.
Otro de los mensajes será, en el sentido de que, si no es con la sociedad civil, no habrá candidato que gane en el 2024.