Columna
Café con Adorno
Por Raúl Adorno Jiménez
Reforma Judicial, la moneda está en el aire; Yunes ¿podría ser la diferencia?
Agencia Parlamento y Debate.- Aunque la moneda está en el aire, porque por un solo voto en el Senado podría pasar o no la Reforma Judicial, ahora mismo la comentocracia señala al senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, podría dar su voto a favor de la reforma para completar los 86 votos que se necesitan para lograr la mayoría calificada y sacar adelante la deseada reforma que promovió el presidente Andrés Manuel López Obrador desde febrero pasado y que Morena está a punto de consolidar.
No se puede perder de vista Manlio Fabio Beltrones, ahora mismo senador independiente, y de quien poco se ha hablado hasta el momento, porque hay que recordar que Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito, lo expulsó de la bancada del PRI y del propio partido, por lo que ahora está en plena libertad de votar por lo que mejor le parezca o simplemente con que no asistiera el día de la votación, sería más que suficiente.
Ave de tempestades, acostumbrado a ejercer el poder, primero desde la cúspide del priismo, cuando este partido era el todo poderoso, no se puede descartar que ahora a título personal pueda convertirse en factor determinante para inclinar la balanza cada vez que Morena y aliados promuevan reformas constitucionales.
Según la comentocracia el senador panista Miguel Ángel Yunes, estaría dispuesto a dar su voto para que pasara la tan polémica Reforma Judicial, ello para salvar la cabeza de su padre, el ex gobernador de Veracruz. Miguel Ángel Yunes Linares, quien como es conocido, tiene abiertas diversas investigaciones judiciales que los ponen nerviosos porque podrían derivar en acusaciones formales con las que podría perder su libertad.
Sin descontar que el propio Miguel Ángel Yunes hijo tiene inconvenientes judiciales que atender y que, si bien en este momento el legislador cuenta con el fuero constitucional que lo protege de cualquier acción de las autoridades judiciales, no hay que olvidar que en le Cámara de Diputados, Morena y aliados cuentan con la mayoría calificada para impulsar un juicio de desafuero.
Es posible que cuando salga esta columna ya se hayan disipado dudas porque este lunes 9 de septiembre, ya se anunció que los Yunes se reunirán con la dirigencia nacional del PAN, encabezada todavía por Marko Cortés, para convencerlos de que voten en contra de la Reforma Judicial. Habrá que esperar a ver qué pasa y por lo pronto la moneda está en el aire.
De igual forma, insistiría yo que no hay que perder de vista al sonorense Manlio Fabio Beltrones, quien, aunque todavía se dice priista, podría convertirse en el fiel de la balanza para dar, reitero, la mayoría deseada a Morena y partidos aliados.
Por otro lado, el presidente del Senado el petista (¿ahora morenista?) Gerardo Fernández Noroña, ha dicho, junto con el coordinador de Morena en la Cámara Alta, Adán Augusto López Hernández, que la mayoría calificada podría alcanzarse con sólo los 85 senadores que cuenta Morena y sus aliados, y no los 86 que siempre se han requerido para tal efecto.
Desde mi particular punto de vista sería estirar la liga a grados extremos, porque entonces sí podría tomarse como una decisión autoritaria y no democrática, como lo requiere una reforma trascendental para la nación y todos los mexicanos.
Esperemos que se alcancen los 86 votos para que haya Reforma Judicial, misma que tendrá que pasar por al menos 17 congresos estatales para que pueda ser publicada por el Ejecutivo en el Diario Oficial, y convertirse en ley vigente.
No está demás, comentar la propuesta que hiciera la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, que ahora se postula como una aguerrida defensora de los derechos humanos, cuando en su momento tuvo la oportunidad, incluso así lo había propuesto, de entregar parte de los millonarios fideicomisos de la corte para apoyar a los damnificados de Acapulco y Coyuca de Benítez, afectados por el Huracán Otis Categoría 5. De haber aceptado, tal vez, no estuviéramos hablando de la mencionada reforma.
Independientemente de lo que pase, lo más importante es que ese elefante reumático que era y es todavía el Poder Judicial se movió y creyéndose intocable, se removió y ahora, más que alegar si se atentaba contra su independencia o no, se debe hacer una verdadera revolución para mejorar su actuar y compromiso con la sociedad y NO con los intereses creados y movidos por la ley del dinero.
Porque la sociedad ya no está dispuesta a seguir manteniendo a un grupo de funcionarios judiciales que demuestran que con lo único que están convencidos, es con defender los altos salarios que rebasan por mucho lo que constitucionalmente está permitido; ni seguir otorgando automóviles de lujo que terminan siendo de su propiedad ni estar pagando lujosos restaurantes ni la remodelación de lujosas residencias a costa del erario.
La sociedad mexicana tampoco está dispuesta a seguir tolerando el nepotismo que impera en el Poder Judicial, donde, reconocido por la propia ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, existen redes familiares que laboran en ese sector y aunque resaltó que se ha reducido, todavía más de 16 mil 600 tienen parentesco con jueces, ministros o magistrados.
Pero todavía más, la sociedad quiere que se acabe con los jugosos negocios que representaba para los impartidores de justicia, que bajo su total discrecionalidad se protegiera a presuntos evasores fiscales que desfalcan al erario con miles de millones de pesos, o presuntos delincuentes de cuello blanco o incluso presuntos criminales que son beneficiados o absueltos con fallos a su favor.
Suceda lo que suceda, la sociedad debe demandar que se cumpla con la máxima de que haya una justicia pronta y expedita, con juzgadores que garanticen una rigurosa preparación técnica y comprometidos con una interpretación de la ley, donde prevalezca el interés superior de proteger a la sociedad y se anteponga ante todo el interés del pueblo de México.
Si se llegara a frenar la Reforma Fiscal por un voto, no podemos permitir que todo se quede como está, habrá que seguir empujando para que se realicen los cambios legislativos para mejorar la impartición de justicia, de concretarse la reforma constitucional, no debe dejarse de lado que tendrá que haber reformas secundarias que tendrán que pulir y darle viabilidad a la nueva ley que quedaría plasmada en nuestra constitución.
El caso de Notimex no se cierra
No quiero terminar mi colaboración en este espacio sin mencionar que los trabajadores recibieron el pago de “la canasta” a la que tenían derecho y que no recibieron durante los más de tres años que se mantuvieron en huelga, hasta que el gobierno decidió cerrar Notimex. Algunos lo hicieron bajo protesta porque sólo les entregaron 72 mil pesos, prácticamente la mitad de lo que ellos esperaban recibir. Se reservaron su derecho a demandar, por lo que estaremos pendientes de lo que más adelante suceda.